Como Usar la Música y el Canto con Efectividad
En ocasiones especiales la música – sea cantado, visto en video o en persona, o tocado en instrumentos musicales – pueda formar en enfoque principal de una reunión de alabanza de una iglesia en casa. Por lo regular, sin embargo, la música se usa para guiar a la iglesia a una experiencia más íntima y efectiva de alabanza. Con la música usamos otros de los cinco sentidos y otros métodos para presentar tu congregación a Dios.
La emoción que puede resultar de una experiencia de alabar con música debe guiar a la congregación a la presencia de Dios. Sin embargo la emoción nunca debe ser un sustituto por la presencia de Dios en la vida de la iglesia. Lastimosamente, hay grupos que usan únicamente a la emoción de la música para tener comunión con Dios. Aprenden a usar la música para enseñar doctrina, evangelizar, ofrecer consolación, proveer comunión y dirigir pensamientos hacia el Padre en Su presencia.
“Guía de Estudio Bíblico y Adoración” de Iglesia en Casa incluye sugerencias de música para la congregación. Sin embargo, la mayoría de las iglesias en casa encontrará su propio “sabor” musical y recursos para la música. Unas iglesias cantarán más que otras. La iglesia misma será la guía para la música. Si Dios ha provisto una persona en tu iglesia con el talento de tocar un instrumento para guiar el canto, busca maneras de incluirlo. Se puede comprar guitarras, teclados y pianos digitales con costo razonable.
Hay muchos himnarios y libros de cantos de alabanza con o sin la notación musical. Hay sitios en el Internet donde puedes bajar música en formato de MP3 u otras tecnologías. También una iglesia puede conseguir DVDs y videos (por “YouTube”) para acompañar el canto.
No te sientes forzado a seguir las sugerencias para la música en la Guía. Son ayudas y sugerencias para los que las quieren usar en total o en parte. Para otras las sugerencias sirven de ejemplo para buscar su propia música para el tema y las doctrinas de la lección.
Deben honrar todas las leyes de Derechos Reservados cuando hagan copias de música o letra de los cantos. En la sección de “Cómo: Manejar Información bajo Derechos Reservados” vas a encontrar como obtener permisos para hacer copias de la letra de los cantos para tu congregación. Para un costo adicional muchos cantos tienen una copia de la letra junto con la notación musical para guitarra y la melodía.
La persona que va a dirigir los cantos debe preparar todo antes de la reunión. Asegura que los participantes tienen la letra de los cantos y los instrumentos están en orden. La alabanza será aumentada si la música puede fluir sin comentarios extras y distracciones. Si van a aprender un canto nuevo, hazlo durante el Tiempo de Reunir, cuando el ambiente es todavía más informal, y no en el Tiempo de Adoración y Compromiso.
Las expresiones mejores de nuestra alabanza no dependen del estilo de música que ocupamos, ni en la elocuencia de nuestras oraciones. Dios se complace en nuestra alabanza cuando buscamos obedecerle.
De vez en cuando, baja del Internet la historia de un canto u himno y compártela con el grupo. Muchos himnos fueron escritos durante momentos muy significativos en las vidas de los compositores. Muchos autores de los cantos (la música y la letra) son personas que tenían mucha habilidad y vidas dignas de ser recordadas, desde traficantes de esclavos reformados, hasta gente invidente, y hasta los que sufrieron más que nosotros podemos entender.
Escoge actividades para incluir a los niños y preescolares en el canto. Canten cantos que ellos conocen y que ellos pueden aprender. Asegura que los cantos tienen conceptos que los niños pueden entender. Recuerda que los niños pequeños piensan en una manera concreta. Eso quiere decir que ellos toman literalmente las palabras e ideas. Es mejor no usar simbolismo como ejércitos, espadas, fuentes fluyendo, etcétera en la música para niños, aunque sean populares y divertidos.
Provee juegos de instrumentos de ritmo para tus preescolares y niños chiquitos. Panderos, maracas, palos, címbalos etcétera pueden ser usados para que los niños sienten que realmente son parte del grupo. Si no los incluimos, los niños pueden aprender que el tiempo de alabanza es para los grandes y ellos son sencillamente invitados.