Enseñanza Bíblica 3
El libro de Hechos da a conocer a una comunidad cristiana vibrante, creciente, que testifica. El libro también revela a una comunidad cristiana que tiene algunas cosas que aprender a medida que avanza. Los cristianos en los días del libro de Hechos hicieron cosas poderosas y maravillosas a través del Espíritu Santo, pero ellos no fueron perfectos. Les faltaba madurar. ¿No crees que a nosotros también? Mientras realizas estos Estudios Bíblicos, verás que los primeros cristianos tenían que crecer particularmente en su comprensión de que el evangelio era para todo el mundo, y no solo para las personas como ellos. Los discípulos escucharon cuando Jesús los comisionó en el momento de su ascensión. Evidentemente no entendieron inmediatamente todo lo que Jesús les estaba mandando hacer, sin embargo, cuando dijo, "Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra" (Hechos 1:8, NVI).
De sus acciones después de Hechos 1:8, Los discípulos consideraron al comienzo que el mandato de Jesús era que ellos deberían ser testigos de Jesús solo a los judíos en Jerusalén, Judea Samaria, y hasta lo último de la tierra. Solo cuando ellos avanzaron en la comprensión del Evangelio, llegaron a ver que Jesús tenía algo más grande, mucho más grande en mente. El trasfondo de los discípulos era judío. Ellos tenían que llegar a comprender que Jesús los estaba enviando a compartir las buenas nuevas de Dios con todo el mundo, y no solo con los judíos. El Espíritu los guio a ver que Jesús los estaba enviando a ser sus testigos a toda la gente en todas partes –Tanto a gentiles (esto es, todos los que no son judíos), como a judíos.
El libro de Hechos, cuenta la historia de cómo Dios inspiró, desafió, empoderó y aún empujó a la primitiva iglesia a cruzar las barreras para compartir las buenas nuevas de Dios con todo el mundo. Dios no permitiría que los primeros cristianos usaran su cultura y "la forma como siempre lo hemos hecho" como una excusa para fallar en la forma de alcanzar a la gente con el evangelio.
Si estudiamos este libro con discernimiento, veremos que el libro de Hechos desafía a los cristianos y a las iglesias de nuestros días quienes tienden a encerrarse en sí mismos. Muchas iglesias hablan de alcanzar a otros, pero en la práctica les cuesta el mero hecho de dar la bienvenida e incluir a otros que vienen a ellos pero que son diferentes de ellos. Al estudiar y aplicar estas sesiones, podría provocar cierta revolución en la manera como ciertos cristianos se acercan a otras personas y en la forma como algunas iglesias "se manejan".